Presocráticos

El orfismo.-

El orfismo es un movimiento de reforma religiosa que se incia en el seno de la religión de Dionisos. Aparece en Grecia entre los siglos VI y II a.C., es de influencia oriental y fue predicado por Orfeo (un músico Tracio). Este movimiento reivindicó la revelación misteriosa frente a la razón, y fomentó el sentido del pecado y de la culpa.

La teología órfica tiene una parte que explica el surgimiento de los dioses y del hombre de forma muy parecida a la mitología griega tradicional, sin embargo, la parte que tuvo mayor influencia se refiere a su doctrina del alma, que es totalmente nueva en el mundo griego. Presenta la idea de alma como algo inmortal, distinta y opuesta al cuerpo, con el que está siempre en lucha; e introduce la conciencia del pecado. Todo ello conforma una visión pesimista del mundo contraria claramente a la vitalidad griega.

Brevemente, el mito básico propuesto por el orfismo dice lo siguiente: Dionisos, de niño, es destrozado y devorado por los Titanes. Atenea salvó su corazón, Zeus se lo trata y después engendra de nuevo a Dionisos. Zeus destruye a los Titanes con el rayo y de sus cenizas surge el género humano.

En torno al mito se articula una visión dualista del hombre, con una parte que se rechaza, y una propuesta mora, encaminada a la purificación de la otra parte, la parte superior. Antropología: El hombre consta de dos elementos, el elemento divino o alma, relacionado con Dionisos, y el elemento titánico o cuerpo, relacionado con los Titatanes. El alma es el principio del bien, divino e inmortal, es la parte que hay que cuidar; el cuerpo es principio del mal, mortal y que es preciso despreciar. Tras un ciclo de nacimientos y reencarnaciones, el alma vuelve a la divinidad. Propuesta moral: es la liberación en esta vida de la cárcel del cuerpo, de la carne y las pasiones que nacen de ella.

La importancia histórica del orfismo radica en que influyó en el pitagorismo, a través de él, en Platón, y a través de él, en el Cristianismo.

Filosofía Pitagórica.-

Pitágoras (c. 582-c. 500 a.C.), filósofo y matemático griego, cuyas doctrinas influyeron mucho en Platón. Nacido en la isla de Samos, Pitágoras fue instruido en las enseñanzas de los primeros filósofos jonios Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes. Se dice que Pitágoras había sido condenado a exiliarse de Samos por su aversión a la tiranía de Polícrates. Hacia el 530 a.C. se instaló en Crotona, una colonia griega al sur de Italia, donde fundó un movimiento con propósitos religiosos, políticos y filosóficos, conocido como pitagorismo.

 

DOCTRINA.- Los pitagóricos asumieron ciertos misterios, similares en muchos puntos a los enigmas del orfismo (ver artículo). Aconsejaban la sencillez en el modo de vida y en las posesiones, y en el autodominio a través del hábito y el conocimiento de sí mismo.

Su visión de la realidad era dualista, esto es, entendían que además de la materia existía otra realidad espiritual de tipo superior. Esta concepción espiritualista se concreta en dos aspectos que influirían mucho en Platón: su teoría de los números y la doctrina de la transmigración de las almas.

a) Teoría de los números. El "arjé" de todas las cosas es el número. Esto es debido a que los números gobiernan todas las cosas: no sólo las relaciones de las cosas son numéricas (como muestran las matemáticas, la geometría, por ejemplo: el teorema de Pitágoras), sino también la música (los pitagóricos descubrieron las relaciones numéricas de los armónicos principales) o incluso el movimiento de los astros.

b)Teoría de la transmigración de las almas (o metempsicosis). Así como lo material está en continuo cambio en continuos ciclos de transformaciones, así ocurre con el principio espiritual al que pertenece nuestro alma. De esta manera, ocurre que tenemos un alma inmortal que tras la muerte se desembaraza del cuerpo, pero no desaparece y pasa a formar otro ser. El propio Pitágoras se atribúyó vidas anteriores de las que guardaba conocimiento, así por ejemplo, resulta que combatió en la guerra de Troya.

El pitagorismo se organizó como un movimiento iniciático (parecido a una secta) que tuvo mucha influencia en los dos siglos posteriores a Pitágoras especialmente en el sur de Italia (Magna Grecia), propugnando un determinado modo de vida y un especial interés en influir en la política. En tiempos de Platón, había logrado implantarse en Tarento, donde gobernó el pitagórico Arquitas.